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Estudiante mexicana hace plástico con residuos de naranjas

Giselle Mendoza representará a México en el GSEA global que se llevará a cabo en Toronto, Canadá, el próximo mes de abril, en el que se reunirán los ganadores de más de 50 países para buscar el primer lugar.


Crédito: Premio al Estudiante Emprendedor GSEA


Para 2050 habrá más plástico que peces en el mar, alerta Giselle Mendoza, una joven estudiante de Economía que tiene una idea para reducir la contaminación por basura plástica que se origina del consumo de 400 millones de toneladas en el mundo. Su proyecto, Geco, plantea la creación de bioplástico a base de residuos de naranja.

Esta idea llevó a Giselle Mendoza a ganar la octava edición del Premio al Estudiante Emprendedor México, organizada por la Entrepreneurs' Organization, una red conformada por más de doce mil emprendedores en el mundo, y cuyo programa estrella es el Global Student Entrepreneur Awards (GSEA).

El GSEA busca crear una plataforma para que los estudiantes emprendedores tengan una red de mentores y lleven su proyecto al siguiente nivel, explica su presidente en México, Francisco Javier Rodríguez, en entrevista con Entrepreneur en Español.

El camino de Giselle para ganar este premio ha sido largo, pues la joven emprendedora de 22 años cuenta que cuando tenía catorce años le nació la inquietud de crear una empresa tecnológica de alto impacto ambiental. Durante cuatro años estuvo experimentando con proyectos sencillos de reciclaje.

“Recuerdo que mi papá me decía: 'tienes que encontrar el producto estrella'”, confiesa en entrevista. Y lo encontró casi por casualidad cuando cursaba el primer semestre de la carrera de Economía en el Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey, y su compañera de departamento trabajaba en un proyecto de plástico casero durante la semana del reto emprendedor.


“Fue entonces cuando se me prendió el bulbo y dije: '¿qué opciones hay para reducir la contaminación por plástico y sustituirlo?, y entonces pensé en bioplástico a nivel industrial, aunque no tenía idea de lo que implicaba”, reconoce.


Desde entonces Giselle ha trabajado en Geco, un bioplástico elaborado a base del residuo de la naranja. Su producto, que aún está en la etapa de investigación y desarrollo de la tecnología, es totalmente biodegradable y puede reintegrarse a la tierra de forma natural gracias a los microorganismos descomponedores de los cítricos que se comen el material, lo cual no ocurre con los plásticos derivados del petróleo que normalmente tardan de 400 a mil años en desintegrarse y, cuando esto ocurre, las partículas no pueden reintegrarse a la tierra y se convierten en contaminantes, explica la estudiante de sexto semestre.

Giselle Mendoza representará a México en el GSEA global que se llevará a cabo en Toronto, Canadá, el próximo mes de abril, en el que se reunirán los ganadores de más de 50 países para buscar el primer lugar.


El proyecto de Giselle, como el de otros de los finalistas, sigue una clara tendencia: “El impacto social y ambiental que es una necesidad porque nuestra sociedad está en etapa de emergencia y nuestros emprendedores son los principales agentes de cambio”, asegura Rodríguez.


Los otros ganadores


Luego de cuatro semifinales en el país, 30 emprendedores llegaron a la ronda final del GSEA México para elegir a seis finalistas, de los cuales se escogieron tres primeros lugares; el segundo fue para Bruno Ramos de swap, un monedero electrónico que permite hacer transferencias en tiempo real sólo con un correo electrónico y un número celular y el tercero para Yoku Sashida de ECGlove, un guante capaz de detectar el estado del corazón de una persona en cuestión de segundos.

Los otros tres finalistas fueron Adolfo Ferrer de Liks, un club de robótica y programación para niños que pretende cambiar la educación; Andrea Gómez de Totolines, unos snacks elaborados con harina de chapulines sin azúcares y con alto valor nutrimental y Santiago Lecumberri de Dédalo, un programa de desarrollo de competencias para crear líderes.

Además del premio principal GSEA, se otorgó el Premio a la innovación que ganó Giselle Mendoza y el Premio de impacto social, impulsado por Promotora Social México que se llevó Yoku Sashida por su innovación en biomédica.

Todos ellos tienen algo en común, reconoce Rodriguez: el componente social. Y es que, de acuerdo con el presidente del GSEA México: “Los emprendedores han dejado el egoísmo y actualmente han girado su modelo de negocio, su perspectiva y sus KPI's para realmente contribuir a este mundo”.

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